La muerte de una mascota

La muerte de una Mascota

Cualquiera sea la mascota que muere, el sentimiento de dolor, pérdida y angustia que trae consigo, es natural y lógico. Para poder asumirlo se requiere de un tiempo de elaboración del duelo, ya que nuestros animales son parte significativa de nuestras vidas.

Es probable que las personas que nos son afines a las mascotas no comprendan esta situación o tiendan a minimizarla, pero lo importante no es lo que los demás piensen sino lo que sentimos nosotros ante la pérdida. No vale la pena aumentar el dolor con discusiones inútiles, defendiendo una posición que para los demás puede resultar incomprensible.

Como en todo duelo, lo aconsejable es expresar lo que se siente en cualquier forma que se pueda: para algunos el desahogo ideal es una conversación con seres queridos; otros prefieren escribir poemas, pintar o dibujar, en otros casos se manifiesta el dolor llorando. Hay que tener en cuenta que las reacciones son muy personales y no es el momento de discutirlas sino de acompañarlas y comprenderlas.

Si en el entorno de la mascota hay niños, habrá que decírselo de la mejor manera posible, sin mentirles, porque esto puede minar la confianza que depositan en nosotros, pero adecuando la forma a la edad que el niño tenga. En estos casos es importante sacar del medio el concepto de “culpa”, ya que ante una pérdida de esta naturaleza el chico puede entender que la mascota no está más porque él le pegó, o lo rezongó o le hizo cualquier otra cosa. Si no es muy chico es un buen momento para hablar de la muerte como un proceso natural que forma parte del ciclo vital.

No se considera conveniente sustituir la mascota por otra inmediatamente, sea el mismo o diferente animal, ya que lo único que se logrará con esto es no procesar bien el duelo y probablemente no respetar la nueva identidad del otro animal, que no es el que murió sino otro y tiene todo el derecho a ser respetado y amado por sí mismo.

En aquellos casos en que el duelo no se procesa bien o se extiende por mucho tiempo, siempre se puede recurrir a una ayuda terapéutica especializada para saber cómo proceder.

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