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Frases para amantes de los gatos I

Investigando por la red, nos hemos encontrado con una gran cantidad de frases célebres sobre gatos, y es que muchos personajes históricos han sido amantes de esta clase de mascotas. En este post os dejamos una primera entrega de frases, divididas en categorías, para vuestro deleite. Tanto si tú también eres un fanático de los gatos, como si simplemente despiertan cierta curiosidad en ti, aquí encontrarás material de tu agrado.

Frases Generales:

Un chino inventó al gato (R. Gómez de la Serna).

Existen dos medios de refugio de las miserias de la vida: la música y los gatos (Albert Schweitzer)

Creo que los gatos son espíritus encarnados en la tierra. Un gato, estoy seguro, podría caminar sobre una nube sin atravesarla (Jules Verne).

Los gatos son misteriosos; pasa más por su mente de lo que nunca podríamos imaginarnos (Walter Scott).

Un maullido es un masaje al corazón (Stuart McMillan)

Me gustaría que mi escritura fuera tan misteriosa como un gato (Edgar Allan Poe).

Respetar a un gato es el principio del sentido estético (Erasmus Darwin)

El felino más pequeño es una obra de arte (Leonardo da Vinci).

El ideal de la calma es un gato sentado (Jules Renard).

De Pasión por los gatos:

Amo a los gatos porque amo a mi hogar y poco a poco ellos se convierten en su alma visible (Jean Cocteau).

La forma en que nos comportamos con los gatos aquí abajo determina el status que tendremos en el Paraíso (Robert A. Heinlein).

Las personas a las que no les gustan los gatos, seguramente en otra vida fueron ratones (Anónimo).

Los gatos poseen una absoluta honradez emocional. Los seres humanos, por una u otra razón, pueden ocultar sus sentimientos, pero un gato nunca lo hace (Ernest Hemingway).

El gato posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad, todas las virtudes del hombre sin sus vicios (Lord Byron).

El paraíso jamás será paraíso, a no ser que mis gatos estén allí esperándome (Epitafio en un cementerio de animales).

No existe, verdaderamente, una sola cualidad del gato que el hombre no debiera tratar de emular para mejorar (Carl van Vechten).

De todas las criaturas divinas, existe sólo una que no pueda ser esclava de la cadena. Esa criatura es el gato. Si el hombre pudiera cruzarse con el gato esto mejoraría al hombre, pero deterioraría al gato (Mark Twain).

Humorísticas:

Prefiero los gatos a los perros, porque no hay gatos policía (Jean Cocteau).

He estudiado a muchos filósofos y a muchos gatos. La sabiduría de los gatos es infinitamente superior (Hippolyte Taine).

Los gatos saben por instinto la hora exacta a la que van a despertarse sus amos, y los despiertan diez minutos antes (Jim Davis).

En realidad la casa es del gato, nosotros sólo pagamos la hipoteca (Anónimo).

Como hacer que un gato adulto acepte a un gato bebé

 

 

 

 

Una de mis mejores amigas es otra amante de gatos. En este momento es la humana de un hermoso gato mestizo negro azabache que ya tiene unos diez años. Como se mudó a un espacio más grande y sabe que un gato no es suficiente, quiere adoptar un nuevo gatito blanco. Sin embargo, tiene el temor que su gato consentido, dueño y señor del territorio no se sienta tan complacido con la idea y rechace o maltrate al nuevo integrante de la familia. Es por ello que hoy les traigo varios consejos para lograr que se adapten.

Aunque parezca una tarea difícil, teniendo en cuenta el nivel de territorialidad de los gatos, es posible que un gato adulto acepte completamente a un nuevo gato bebé, pero para ello debemos tener paciencia, pues será un proceso gradual. No hay una receta mágica para lograrlo. En primer lugar debes mantener a los gatos en habitaciones separadas un par de días, mientras el gatito nuevo pierde el olor de la calle y absorbe el de su nuevo hogar. Después de esto, toma un paño y frota con él las mejillas del gato antiguo, justo donde tienen las glándulas que emiten las «feromonas de la felicidad», esto es a los lados de la boca, un poco detrás de los bigotes. No te preocupes, se dejará frotar tranquilamente, pues sentirá que lo acaricias. Acto seguido, frota completamente al nuevo gatito con esa misma toalla, para que poco a poco se impregne del olor del otro gato. Sigue este proceso durante al menos tres o cuatro días. Luego de esto, frota nuevamente al gato antiguo con la toalla después de frotar al gatito nuevo, mezclando sus esencias.

Luego, cambia de lugares a los gatos. Si tienes al pequeño en una habitación, deja al gato adulto entrar allí, enciérralo un rato, para que se familiarice con el olor del otro. Deja en libertad al gatito pequeño, para que el resto de la casa se impregne con su olor. Repite este proceso durante dos días, luego de esto estarán listos para el contacto visual.

Pon a ambos gatos cerca, pero separados por algún cristal o rejilla. Puedes poner a los pequeños en un kennel y dejar al adulto suelto. De este modo comenzarán a familiarizarse con la visión del otro. Hazlo durante cortos periodos de tiempo, intercambiando sus lugares. Puedes comenzar a establecer asociaciones positivas, es decir, puedes alimentarlos al mismo tiempo, mientras están separados por la barrera. Luego de un par de días haciendo esto, puedes comenzar con visitas supervisadas.

Deja que ambos gatos interactúen, por periodos cortos y sin quitarles la vista de encima. Puedes darles premios deliciosos a ambos, para seguir formando las asociaciones positivas. Si hay algún signo de hostilidad, sepáralos delicadamente, haciendo un ruido fuerte con las manos. No grites ni regañes al gato residente. Trata de mantener las uñas de ambos gatos cortas, para que no se hagan daño en caso de alguna pelea.

Poco a poco, ve aumentando el número de horas de visita supervisada hasta que se adapten. No deberías tener mayor problema si sigues al pie de la letra estas indicaciones, sobre todo la que concierne a la mezcla de olores. Es importante que NO ignores a ninguno de los gatos. Si ignoras al bebé, el gato antiguo puede creer que ni tú mismo quieres al gatito nuevo; y si ignoras al adulto, puede sentirse desplazado. Trátalos por igual, verás como se convierten en buenos amigos!

 

Fuente de la imagen

Muestras de afecto felinas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si tienes gatos seguramente habrás notado una serie de conductas un tanto curiosas cuando se acerca a ti, o cuando está feliz y complacido. Mis gatos tienen la costumbre de subirse intempestuosamente sobre mi cuando estoy a punto de dormirme y comienzan a empujar con sus patitas, sin hacer daño con las uñas, muy delicadamente y ejerciendo presión sobre el abdomen o las piernas. Al principio me pareció muy extraño y pensé que lo hacían con la misma intención que cuando lo hacen sobre su cama: mullir y preparar el espacio. Luego, investigando, descubrí que es una acción atávica, que viene de su infancia. Los gatitos bebés amasan a sus madres en el abdomen para estimular la producción de leche, y el reflejo permanece durante su vida adulta. Esto quiere decir que tu gato te aprecia como si fueras su madre y se siente protegido por ti.

Otra rareza del comportamiento gatuno con los humanos es lamer. Si has tenido perros, sabes que estos lamen tu cara (y la de todas las personas que lo permitan!) cuando están felices y excitados, pero en el caso de los gatos esto es más bien excepcional. Si tu gato te lame esta es la expresión extrema de aprecio y afecto, pues los felinos sólo lamen a los individuos con los que tienen lazos, como su madre o hermanos para asearlos. Podríamos decir que tu gato te siente parte de su manada, es un gran cumplido.

Si tu gato frota su cabeza contra tus manos o piernas, es una expresión de afecto y territorialidad. Los gatos tienen glándulas odoríferas bajo su piel y en la zona cercana a sus ojos. Cuando frota su cabeza, te está marcando con su olor y expresando que eres de su propiedad. De hecho, las glándulas que se encuentran en sus mejillas emiten feromonas que se segregan sólo cuando están contentos y en paz.

Cuando el gato salta a tus tobillos y los rasguña o muerde levemente en realidad está jugando contigo, para desarrollar sus instintos predatorios. Si es un gato que vive en una casa cerrada sin interactuar con otros seres vivos (más bien, presas) es probable que el exceso de energía que poseen no está siendo quemado, se aburren y te buscan para que seas su compañero de juegos.