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El Bulldog Francés

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El Bulldog Francés, descendiente del Bulldog Inglés, fue llevado a Francia por trabajadores textiles ingleses en el siglo XIX. Empezó siendo un perro de pueblo que tenía por amos a comerciantes, pero acabó conquistando a las clases altas de la sociedad y sobre todo a los artistas, a causa de su exclusivo aspecto y carácter único. Hoy en día se trata de una de las razas de perro más de moda y codiciadas, incluso entre el mundo de los famosos.

Se trata de un perro de tamaño pequeño, cuerpo musculoso y compacto, pelo corto, hocico chato, piel formando pliegues en la cabeza, cola corta, ojos redondos y separados y orejas grandes y tiesas que recuerdan a las de un murciélago. A pesar de su tamaño, es un magnífico perro guardián. Adora a las familias y le encanta jugar con los niños. Es activo y muy protector, llegando incluso a ser celoso. Si se le adiestra desde cachorro, conseguiremos volver su carácter algo terco un poco más dócil. Es un animal muy inteligente, con una capacidad de aprendizaje extraordinaria, capaz de sacarle una sonrisa a todo incauto. Es muy adecuado para tener en un piso, ya que es muy casero y no necesita de mucho ejercicio. Con sacarlo a pasear una hora diaria es suficiente. Es sociable, jovial, juguetón y muy afectuoso. A su vez también es amante del descanso y de dormir mucho.

Esta raza es delicada y necesita bastantes cuidados. No tolera las altas temperaturas, por lo que aconsejamos no exponerlo demasiado al calor. Hemos de tener cuidado con el sobrepeso, ya que podría producirle dificultades respiratorias. Su peso ideal debe siempre oscilar entre los 8 y los 14 kilos. Una buena forma de controlar su salud es estando atento a sus ronquidos, ya que si vemos que son exagerados debemos consultar rápidamente con nuestro veterinario. El sobrepeso también puede causar complicaciones en el corazón y en la columna vertebral, por lo que recomendamos que a la hora de escoger un cachorro, nos decantemos por uno de padres con tamaño y peso adecuados y bien sanos. El producto nutricional más apropiado para esta mascota es el alimento balanceado de tipo BARF (Biologically Appropiate Raw Food, es decir, alimento crudo biológicamente apropiado), ya que protege sus dientes y favorece la calidad del pelaje. Hasta que el perro no alcance el año y medio de edad, no es conveniente que realice saltos, ya que podría suponerle malformaciones en las patas. A parte de los baños frecuentes, se deben lavar dos veces a la semana las arrugas de su cabeza con algodón empapado en agua y posteriormente secarlas. También debemos prestar especial atención a la higiene de las orejas, limpiándoselas una vez por semana con el producto especializado que nos recomiende nuestro veterinario, generalmente a base de clorexidina.

Es una mascota delicada pero muy cariñosa y divertida. ¡Cuidadla bien!

El bulldog

Características físicas

El bulldog o bulldog inglés se caracteriza por tener una cabeza bastante grande en proporción al resto de cuerpo; ésta está sujeta por unos gruesos hombros. Su hocico es corto y su frente se presenta habitualmente arrugada, sobre unos ojos redondos, negros y grandes.

Por otro lado, su pelaje puede ser de varios colores o mixto (blanco, beige, atigrado, etc.) y es corto y liso. Su cola es por naturaleza corta y rizada.

Sociabilidad

El bulldog socializa, en principio, con facilidad. Hay que tener en cuenta que, de lo contrario, no habría sido posible su trabajo bajo órdenes humanas. De este modo, pese a su apariencia, su temperamento es muy dócil.

No obstante, el bulldog actual ahora ya no se dedica a estas funciones. Más allá de ser animal de compañía, función que cumple a la perfección, en ocasiones lo encontramos en competiciones de belleza. Esto hace que las características que más se valoran en ellos hayan pasado a ser: belleza, limpieza e inteligencia.

En todo caso, algunas veces son un poco tercos. Pero, por norma general, suelen llevarse bien con las familias que les adoptan y otras mascotas.

Historia

Existen importantes diferencias entre el bulldog original y el que hoy reconocemos como tal, tanto en el aspecto físico, como en su temperamento.

La raza proviene del “antiguo perro griego” o el perro de toros maltés; cuando éste fue importado a Inglaterra se cruzó con el mastín, dando lugar al bulldog. La evolución de la raza se produjo con mezclas posteriores con otros como el Carlino o el Pug.

Su nombre literalmente significa perro-toro. Se cree que proviene de su trabajo de apoyo con los ganaderos: su misión consistía en hacer correr al ganado con el fin de hacer que la carne quedase más blanda.

En un principio se le usó como perro de peleas en Inglaterra, desde el siglo XVII hasta la prohibición explícita en 1835. Era un animal muy competente en este sentido porque se enfrentaba sin problemas a animales mucho más grandes como osos, toros o tigres.

No obstante, se ha trabajado mucho para limar cualquier rastro de agresividad y, como ya contamos, el bulldog tiene un temperamento muy amable.

Cuidados

El aspecto que habremos de cuidar más si tenemos un bulldog inglés es la alimentación. La alimentación equilibrada es fundamental para su desarrollo, por lo que durante su crecimiento habremos de extremar los cuidados. La mayor parte de los piensos específicos están elaborados a partir de pollo y arroz, no obstante, habremos de tener en cuenta la calidad del producto y el origen de los ingredientes.

También hemos de tener cuidado con las cantidades que les proporcionamos, puesto que esta raza canina puede ser muy ansiosa.