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Las cobayas y sus características

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La cobaya, el cuy o conejillo de indias, cuyo nombre científico es cavia porcellus es un tipo de mamífero roedor originario de la de la cordillera de los Andes y de Perú. Puede llegar a pesar hasta un kilo y habita en zonas descubiertas, usando para guarecerse y como escondites huecos y cuevas. Su esperanza de vida oscila entre los 4 y los 6 años y llegan a medir alrededor de 25 centímetros. Hasta los 12 meses no finalizan su desarrollo físico y no es hasta los 18 que alcanzan su madurez y peso adulto.

Posee un cuerpo alargado y de forma redondeada acabado en patitas cortas y delgadas de uñas afiladas. Sus orejas son pequeñas y arrugadas y sus incisivos crecen continuamente sin parar desgastándose al roer. Se caracterizan también por tener un oído excelente  y además son criaturas poseedoras de favorable percepción ocular, aunque como todo ser vivo con una visión únicamente lateral, tiene dificultades a la hora de calcular altitudes. Dichos mamíferos son muy variados en tipologías de pelaje (largo, corto, satinado, ondulado…) y de color (negro, blanco, canela, dorado…). Pueden poseer uno, dos y hasta tres colores distintos a la vez. En cuanto a lo referente al aspecto externo de las cobayas, no existen diferencias destacables entre machos y hembras.

Estos pequeños animales pueden llegar a aprender algunos truquitos elementales, siempre con amor y perseverancia, puesto que no asimilan las cosas nuevas al mismo ritmo que otras especies. Son además seres muy dóciles y tranquilos, los cuales raramente atacan a sus amos aun cuando estén sufriendo algún tipo de daño, siendo las hembras menos fieras que los machos.

Un dato curioso es que cuando huelan comida o tengan hambre nos lo harán saber mediante suaves y pequeños mordisquitos. Esto también lo acostumbran a hacer para llamar nuestra atención moviendo a su vez de forma vigorosa su cuerpo y patitas. Son animales pacíficos y espantadizos, con tendencia a esconderse ante una posible amenaza, siendo rápidos a la hora de escapar, sobre todo las crías. A pesar de todo, si se les sitúa en algún sitio desconocido quedan instantáneamente paralizados. Los cuyes, de la misma forma que los humanos y los monos, solo pueden adquirir la vitamina C a través de los alimentos (frutas y verduras).

Ya sabéis queridos lectores, si estáis interesados en acoger a uno de estos pequeñines, adoptareis a una mascota sociable y cariñosa, además de tener la opción de escoger entre una gran variedad de tipos de pelaje y de colores… ¡Animaos!

Baño, higiene y cuidados de cobayas

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Toda cobaya necesita ser lavada de vez en cuando, aunque es importante que las de pelo largo se bañen con más frecuencia que las de pelo corto. A pesar de todo, es conveniente no abusar del lavado, puesto que pueden perder la protección natural que les confiere su pelaje. Ahora os estaréis preguntando cada cuanto es adecuado bañarlos. Pues bien, eso es una cosa que observaréis vosotros mismos. Cuando veáis que vuestra mascota tiene el pelo sucio y/o empieza a oler mal, será la hora. Podéis bañarlo en un balde o en la pila del baño, introduciendo dos dedos de agua tibia. Evidentemente recomendamos jabón exclusivo para cobayas (por ejemplo marca Novopet), pero en el caso de no tener, podéis usar champú suave para bebes o para gatos. Otra opción es usar champú de lavado seco. Hemos de tener sumo cuidado de que no les entre ni agua ni jabón en oídos, boca, nariz y ojos, puesto que son animalitos delicados y esto podría ocasionarles irritaciones o infecciones.

Al finalizar el baño, secadlo a consciencia con una toalla, pero con suavidad, para así evitar posibles resfriados. No aconsejamos usar secador, ya que se han dado casos de infarto a causa del sonido (hay cobayas muy asustadizas). Recomendamos el cepillado diario con un cepillo de metal suave para eliminar el pelo suelto y desenredar, evitando a su vez su caída. Es importante que cortes las uñas de tu mascota  al menos una vez al mes, cuando veas que se comienzan a doblar demasiado. Así evitarás que tu cobaya tenga dificultades para caminar a causa de deformaciones. Las uñas deben cortarse con mucho cuidado, puesto que nunca debemos cortar la parte donde hay carne. Para facilitar la visión, podemos colocar las uñas a contraluz. Si alguna vez cortases una zona con carne y empezase a sangrar, usa rápidamente un lápiz hemostático o algún producto que detenga la hemorragia. Para cortarle las uñas es adecuado hacerlo con unas tijeras especiales para gatos. En la medida de la posible, procura que tu pequeñín este inmovilizado durante el procedimiento.

Si tienes una cobaya macho, debes prestar mucha atención a la higiene de sus genitales, puesto que marca territorio arrastrando el trasero, por lo que acumula suciedad, causante de hedores y posibles infecciones. Para limpiarlo podéis usar toallitas para bebes o algodones para los oídos empapados con aceite de oliva. Aconsejamos realizar esta higiene desde que nuestra mascota sea una cría, para que nos permita seguirlo haciendo cuando crezca.

Es importante que revises con asiduidad la dentadura de tu cobaya, puesto que a causa de mala oclusión dental, sus incisivos pueden crecer de forma desmesurada, provocando heridas e infecciones. Debes prestar atención a si saliva mucho, y si este fuese el caso, llévalo inmediatamente al veterinario para que encuentre una solución. Lo adecuado sería la extracción, pero en estos animalitos este proceso resulta complicado, por lo que acostumbran a realizar una limadura bajo sedación.  Nunca cortéis sus dientes con unas tijeras, ya que corréis el riesgo de romperlos o dañar sus ligamentos (por lo que la desviación sería mayor). Para prevenir todo esto, como ya mencionamos en el post de “Cómo alimentar a tu cobaya”, es adecuado que alimentes a tu mascota con heno y verduras para facilitar el desgaste de sus dientes, así como pan duro para roer de vez en cuando (pero sin excederse, puesto que engorda).

Recomendamos visitar al veterinario cada 3 o 4 meses para que le hagan una revisión general. Deberéis fijaros en si sus heces son blandas, si tiene mocos, estornudos, ojos medio cerrados o con legañas, respiración dificultosa, arañazos profundos, calvicies, dificultad para andar, etc. Si vuestra cobaya padece alguno de estos síntomas, no dudéis en acudir a vuestro veterinario al momento.

¡Cuidad a vuestro pequeño lo mejor que podáis!

Cómo alimentar a tu cobaya

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Para que tu cobaya goce de buena salud, el 60% de su dieta tiene que estar compuesto por heno aromático de primera calidad, un 25% de escarola, endibia, diente de león, hojas de berro, acelgas, apio y canónigos. Estos vegetales deben lavarse bien para evitar posibles restos químicos y secarse adecuadamente para así no producir posibles diarreas a nuestra mascota. También necesita verdura con elevada vitamina C, como son el brócoli, pimiento verde y pimiento rojo. Además, a modo de complemento, añadiremos un 10% de pienso rico en vitaminas. El último 5% será a base de frutas lavadas, con piel y bajas en azucares, como es el caso de las peras, cerezas, plátanos, nectarinas, naranjas, fresas, uvas, manzanas, melocotones, kiwis y mandarinas.

Si a tu cobaya le cuesta comer hoja verde puedes intentar amenizársela pulverizándoselas con mermelada o miel, siempre sin excederse.  Recomendamos agua mineral con bajo contenido en sodio para así evitar posibles piedras en el riñón. Estos animalitos no producen por ellos mismos vitamina C, por lo que es adecuado darles un suplemento, como por ejemplo Redoxon en gotas.

Las cobayas necesitan una cantidad de alimento diario equivalente al 5% de su peso. Un buen ejemplo de una dieta equilibrada podría ser: Hierbas, verduras y frutas de forma diaria. Dos veces a la semana: apio, tomate, zanahorias, brócoli y calabacín. Una vez por semana: judías verdes, alcachofas, hojas de coliflor (nunca la flor), maíz, acelgas, pepino y espinacas.

Aconsejamos alfalfa solo para ejemplares jóvenes, adultos malnutridos o hembras embarazadas o en período de lactancia, ya que la alfalfa contiene calcio elevado y podría producirle cálculos. Una ramita a la semana de perejil le irá bien para la vitamina A, la cual favorece a la creación y preservación de dientes sanos, de las membranas mucosas y de la piel y de los tejidos blandos y óseos. Además se trata de un alimento diurético, con lo cual le ayudará a eliminar líquidos a través de la orina. Esto es bueno una vez por semana como dijimos anteriormente. No abusaremos del perejil, ya que podría deshidratar a nuestra mascota. Es muy importante que nunca demos perejil a las hembras preñadas o a las que están amamantando, ya que les provocaría el aborto y les cortaría la leche.

Evita siempre las mezclas de frutas secas, nueces, semillas y azúcares. Las pellets para conejos no contienen vitamina C y además pueden tener antibióticos dañinos para las cobayas. Las semillas son peligrosas porqué podrían atragantarse. Cuidado con la lechuga Iceberg, puesto que no nutre y además produce heces blandas. No des nunca a tu cobaya productos lácteos o sus derivados, ni huevos, carne, aguacates, productos congelados, refrescos preparados, cebollas, zumos, setas, conservas, latas, ajos. Los ajos tiernos dan diarrea y problemas en el estómago y la col produce gases.

Si alimentas bien a tu mascota, evitarás los riesgos del excesivo crecimiento de los dientes, puesto que estos se desgastarán de forma adecuada, evadiendo las malformaciones. Prueba con el pan duro para ayudarle con esta tarea. ¡Cuida bien de tu pequeña mascota!