Animales domésticos

Un animal doméstico –en oposición al animal salvaje– es aquel que posee una serie de características básicas que permiten que el ser humano lo eduque y se sirva del mismo para satisfacer sus necesidades. La invención del concepto de animal doméstico data de la Era Glacial. Paralelamente a la invención de la agricultura, la domesticación de animales configuró la Revolución neolítica, cuando la naturaleza se convierte en una serie de recursos que gestionados por el hombre.

Respecto a los animales domésticos, el hombre aprovecha los productos del animal doméstico, como la leche, la lana o su carne; por otro lado, explota su trabajo usándolo para diversos medios como cabalgar, arar o para oficios de guarda y protección. En último término, los animales domésticos se usan para diversos fines, como la investigación famacológica (por ejemplo, las cobayas o las ratas de laboratorio) o para fines lúdicos, como los animales de compañía.

En este sentido, podemos diferenciar dos grandes tipos de animales domésticos: el ganado y los animales compañía. Los primeros son habitualmente mamíferos grandes cuyos productos sirven para diversas industrias humanas: las más importantes son la alimentación y el sector textil.

Por otro lado, un animal de compañía o mascota es aquel animal doméstico educado para convivir con personas. Este es un fenómeno social común a casi todas las culturas humanas desde hace miles de años. En todo caso, cualquier animal doméstico puede ser una mascota potencial.

Así como en un hogar común no es recomendable tener macromamíferos (como caballos), los mamíferos medios (perros y gatos, las mascotas más populares) son bastante adecuados, aunque requieren bastante atención y cuidado. Por otro lado, los micromamíferos (hamsters, conejos, ratones, ardillas, murciélagos, etc.) exigen un menor esfuerzo que los anteriores.

Las aves también son fáciles de cuidar. Entre las más corrientes en los hogares, destacan los periquitos, canarios, agapornis, ninfas o grandes como loros y cacatúas. Este tipo de mascotas, en oposición a los mamíferos son más decorativas que afectivas, por sus bonitos colores y canto. Algunas personas tienen aves corredoras en sus casas (como gallinas), aunque es más común que habiten en granjas y aves acuáticas, sobretodo anátidas, como los patos o cisnes.

Por otro lado, muchas especies de peces viven en casas, en peceras de diversos tamaños. Otras personas tienen reptiles (tortugas, serpientes, etc.).

Al seleccionar cuál será el animal doméstico que nos acompañe tener en cuenta que será dependerá de nosotros, por lo que a partir del momento en que entra en nuestra casa, su bienestar será una responsabilidad personal directa de sus dueños. Las negligecias en su cuidado están penadas por la ley.

Por otro lado, previamente a su adquisición debemos informarnos sobre qué cuidados requieren, sopesando los costes de su educación y cuidado en tiempo, esfuerzo y dinero. Tenemos que estar seguros de que podremos asumirlo. En todo caso, si tenemos dudas, debemos consultar con un veterinario antes de adquirir o adoptar un animal.