El gato Munchkin, o la acondroplasia es bella

Hoy voy a hablaros de una raza gatuna muy llamativa y relativamente reciente: el Munchkin o gato enano. Lo traigo a la palestra porque, como en el caso de algunos perros (los basset hound o los Dachshund), es un claro problema morfológico (una acondroplasia manifestada en la cortedad de sus extremidades) lo que lo ha diferenciado y encumbrado como raza reconocida. Y siempre está bien apreciar la diferencia en lugar de criticarla…

La raza se fija en 1983 en Louisiana (Estados Unidos) a partir de un par de gatos comunes mutantes, aunque ya se han visto ejemplares con estas condiciones en Rusia y el Reino Unido desde el siglo XIX. Por fortuna, la peculiar morfología de sus patas no supone ningún problema de columna ni impedimento para el movimiento de estos animales, aparte de dar saltos más cortos que otros gatos, como es lógico.

munchkin

¿Cuáles son sus características raciales? Un cuerpo de tamaño medio, una cabeza regular y redondeada, igual que los ojos y las orejas, con la nariz alargada. El pelaje puede presentar cualquier color y mezcla, dado que se admite su cruce con gatos comunes, y divide a la raza en dos subrazas, una de pelo corto y otra de pelo semilargo. No debe parecerse a otras razas.

Su curioso aspecto no tiene repercusiones negativas conocidas en su columna vertebral

Su principal característica, sin duda, hace de esta la única raza reconocida en la que la armonía clásica felina se rompe. Hablamos de sus patas enanas, algo especialmente visible en las delanteras. A diferencia de lo que ocurre con algunas razas caninas, este rasgo acondroplásico no implica daños en la columna vertebral. De hecho, aún no se han encontrado taras típicas de esta raza, tal vez por ser muy reciente.

En cuanto a su carácter, no podría ser más sociable y afectuoso. Muy ágil y juguetón, es calificado como el eterno cachorro. Además, su pequeño tamaño (ronda los tres kilos como adulto) lo hace especialmente recomendable como compañero de niños y para entornos habitacionales de tamaño reducido.

La única precaución que al parecer debemos tener con estos gatos es intentar no cruzarlos con variedades grandes y pesadas, pues se dice que eso sí podría dar lugar a gatos con problemas de columna. Eso es en realidad una ventaja, pues cualquier novio o novia sin pedigrí le viene bien. Una gran opción para aquellos que aman la diferencia.