El gato persa

 

 

Características Físicas

Su cuerpo es compacto, redondeado y musculoso. En términos generales, su constitución nos da una apariencia de fortaleza. También destacan por su pelaje: espeso, abundante, largo y sedoso.

Proporcionalmente, su cabeza es bastante grande, en la que destacan unos ojos redondeados grandes y despiertos en una cara ancha y plana. Su cola, siendo más o menos larga, recuerda a una gran bola de pelo.

Pueden ser de muchos colores: blancos, canela, lila, vino, negro.  A veces presentan combinaciones de colores, como en el caso de los bicolores o arlequín.

Existen multitud de variedades dentro de esta raza

Sociabilidad

En lo que respecta a su temperamento, son animales tranquilos y  pacíficos. Hay quien los denomina “tigres de sofá”, ya que su apariencia felina es muy llamativa pero animales bastante templados. Duermen mucho. Cuando está despierto, se dedica a observar, en un gesto pausado. Por otro lado, llama la atención de que carece de instinto cazador.

Se trata de un gato con grandes necesidades de afecto por parte de las personas, le gusta que le den mimos y responde en consecuencia.

También dicen que es bastante presumido.

Historia

De origen persa, como indica su nombre, en el siglo XVI fue exportado a Europa, en primer lugar a Italia. Pietro della  Valle, lo trajo en torno a 1550. En concreto, fue traído de Angora, pero desconocemos su auténtico origen. En el s. XVIII su presencia se expandió con por toda Europa: en primer lugar a Francia y después a Inglaterra.

Hoy en día es uno de los gatos más cotizados en las exhibiciones.

Cuidados específicos

Si queremos mantener a nuestro gato persa en buenas condiciones, a la hora de cuidarlo, habremos de poner énfasis en su higiene.

El pelaje del gato persa requiere ser cepillado a menudo, por su salud. Es importante que cuidemos la zona de la cola. Tenemos que recortar los pelos alrededor del ano para que no se enrede con las heces y piedras de su bandeja sanitaria. En el caso de que ya tenga heces pegadas podemos limpiarlo, recortar los pelitos junto con la cola o poner harina de trigo y cepillar la zona cuando se seque.

También necesitan baños regulares, una vez al mes aproximadamente. Las orejas habrán de limpiarse una vez por semana y los ojos todos los días una o dos veces. Las uñas habrán de cortarse cada dos o tres semanas.

En caso de que sea un gato de exposición, habrá de tener un grooming o aseo especial para cual habremos de ser asesorados por especialistas.