Archivo de la etiqueta: gatos

Enfermedades de los gatos | la sarna y la tiña

Aunque la sarna y la  tiña no son enfermedades de los gatos exclusivamente, son éstas las mascotas hogareñas que más las padecen y pueden convertirse en un verdadero calvario para el animal, al que causa desde malestar hasta la caída del pelaje. La importancia de controlar estas enfermedades es que además de afectar a la raza felina se contagian a los humanos, por lo que es imprescindible que ante la evidencia de las mismas, se acuda de inmediato al veterinario quien recomendará los cuidados a seguir para curar al animal y para evitar el contagio con el resto de animales en casas y los humanos.

Estas enfermedades de los gatos se dan como resultado en el caso de la tiña, a que un parásito invade el pelaje y se concentra en la piel causando una constante picazón que termina dañando la piel y causando lesiones que pueden sangrar. Asimismo la aparición de la sarna se debe a que en el pelaje del gato anidan pulgas y son las que transmiten la enfermedad, aunque pueda ocurrir que en algunos casos las pulgas no la causen, lo más común es que si el gato no es cuidado y se controlan las pulgas se presente en algún momento esta condición.

No hay edad para sufrir de la tiña y la sarna felina, igual aparece en cachorros que en gatos adultos. Regularmente el médico veterinario recomienda un tratamiento con antibióticos cuando es un caso ya avanzado y cuando existen pulgas como prevención productos de aplicación en el pelaje y  productos que se usan para limpiar donde pernocta la mascota, contra pulgas. Siendo que siempre será la mascota siempre está expuesta a las pulgas, lo mejor es vigilar siempre que esté libre de ellas.

Imagen: 101 fondos

Lee también: Gatos de exhibición

Gatos de exhibición

gatos

Por guapo que nos parezca nuestro encantador gato y lo pensemos como digno de ser admirado, hay algunos requisitos para gatos de exhibición, que requieren en los eventos de esta naturaleza y que claro un gato puede cumplir si está destinado a ello, como parte del cuidado que le dan y si tiene el pedigree que requieren.  Si has pensado en destinar tu gato a las competencias, es importante estar al tanto de las mismas, como si fuera un deporte humano, hay que establecer contactos, involucrarse y preparar a nuestro «atleta».

El que debe gozar de perfecta salud, hermoso pelaje, excelentes condiciones físicas y un cierto grado de belleza entre sus pares, el resto lógicamente de gatunos.  Para lograrlo nuestro gato debe ser bien atendido, mantener una alimentación saludable acorde a su edad y tamaño, así como raza. Mantener un plan de control de su salud, peso y otras características que solo tendrá si recibe atención del veterinario de manera permanente. Y claro prepararse acorde a las categorías de gatos de exhibición.

Si tu gato luce bien, está saludable, es la muestra encantadora de una raza o tipo de gato, bien puede convertirse en uno de esos adorables gatos que vemos en los eventos de esta clase, y quién sabe, quizá hasta sea pronto un gato famoso, un gato de publicidades, un gato de imágenes promocionales, o solamente el gato guapo que tanto quieres y que todos halagan al conocerlo. Para darle su cuidado y para inscribirlo en estos eventos son importantes tener en cuenta la categoría que le corresponde.

Gatos Baby, son lógicamente los pequeños gatitos recién nacidos, con edad entre 1 y 3 meses, aunque son muy pequeños para competir, sí existe una categoría destinada a los pequeñitos.

Gatos cachorritos, estos son los gatos de entre 3 y 6 meses, y cualquier gato indepedientemente de su raza, siempre se ve tierno y encantador cuando es un dulce cachorrito.

Gatos jóvenes: Podríamos decir que son los «niños» de la raza gatuna y casi «adolescentes» si debemos pensarlos así, tienen entre 6 a 9 meses y ya se ven hermosos porque el pelaje ya se ha definido en colorido.

Gatos adultos: como todos, los gatos se convierten en adultos y en esta categoría se colocan aquellos que tienen a partir de 10 meses.

Hay algunas categorías más que a veces no son consideradas, debido a los pocos felinos que se destinan a ellas, pero hay Gatos neutros, llamados así porque han sido castrados y los Gatos novicios que por su belleza y características se sabe bien que corresponden en rasgos a determinadas razas pero que no cuentan con el certificado de pedigree. Independientemente de que compita o no, tu gato seguro que es un gran ejemplar, que merece el trato de un campeón.

Imagen: Wikipedia

Lee también: Los gatos siameses

Las razas de perros y gatos

Cuando hablamos de perros o gatos, solemos clasificarlos refiriéndonos a sus razas. Es evidente que la diferencia entre un pastor alemán, un mastín y un caniche salta a la vista; además, tampoco tienen mucho que ver los gatos siameses con los gatos silvestres. Sin embargo, ¿qué implica exactamente el concepto de raza?

Las diferentes razas de perros o gatos se engloban siempre dentro de la categoría de una misma especie. Es decir, no puede haber un gato y un perro que pertenezcan una misma raza porque, previamente, pertenecen a especies irreconciliables.

Los animales que se engloban en una misma raza, este criterio no es exclusivo de perros y gatos, tienen unas características muy similares, casi idénticas en su aspecto y comportamiento. Esta es la razón por la que tenemos gran facilidad para identificar las razas de los animales en cuanto hemos visto a dos o tres individuos pertenecientes al mismo grupo.

No obstante, al margen de estas semejanzas, el hecho que verdaderamente determina una raza es tener un sistema de antepasados común. Más frecuente que en el caso de los gatos, aunque también, los perros han sido apareados selectivamente durante miles de años por el ser humano, para obtener unas características específicas.

Un resultado positivo de raza es el momento en el que una raza se cataloga como nueva. Para esto es necesario demostrar que un par de individuos de un tipo produce siempre otros con las mismas características. No obstante, este requisito es más relativo de lo que parece y se suelen generar bastantes debates.

En lo que respecta a los perros, las selecciones estuvieron fundadas en criterios de utilidad, como por ejemplo, desarrollaron razas con habilidades para la caza. Sólo más adelante, empezaron a tenerse en cuenta criterios estéticos, donde lo que importa es buscar morfología y colores diferentes y llamativos.

Muchas de las razas aparecen en los registros caninos o de gatos como “razas puras”. Los individuos que pertenecen a éstas son aquellos cuyos progenitores y ancestros pertenecían igualmente a aquella raza. Un paso más allá, aquellos cuyos ancestros están registrados formalmente, se dice que tienen “pedigrí”. No obstante, estas exigencias han generado controversias, ya que en poblaciones pequeñas lleva a la endogamia.

En lo que respecta a los perros, el registro de razas viene controlado por la Fundación Cinológica Internacional (FCI). Actualmente reconoce 337 razas, siendo cada una de ellas propiedad de un país específico. Son éstos últimos los que determinan el estándar de la raza: es decir, sus características ideales. Sobre éstos serán los que los jueces tendrán que basarse para decir si un perro pertenece a la raza o no. En cuanto a los gatos, estas cuestiones vienen reguladas por Federation Internationale Féline (FiFe) y e International Cat Association (TICA), siguiendo criterios muy similares.

Medicamentos humanos tóxicos para los gatos

No hace mucho vacunamos el gato de mi pareja. al día siguiente amaneció con un poco de malestar y llamamos a un veterinario diferente al habitual pues éste estaba ocupado. Éste nos aconsejó dar un medicamento para aliviarle: acetaminofen pediátrico. Confiando en la palabra del veterinario, le administramos la medicina, pero erramos en la cantidad por una proporción mínima. Pocas horas después el gato estaba respirando pesadamente, tenía fiebre y empeoraba visiblemente. Lo llevamos a la clínica inmediatamente, donde le hicieron un lavado estomacal para eliminar todo rastro del medicamento. El animalito resultó intoxicado por el acetaminofén. Por ser un gato muy grande y la cantidad mínima, el daño no fue mayor, pero el grupo de veterinarios nos informó que pudo ser mortal.

Sigue leyendo

Síntomas de otitis externa en los gatos

gatito

Ya te hemos contado de algunas enfermedades de los gatos,  que suelen padecer estas mascotas; como todo animal está expuesto a gérmenes y bacterias que dan lugar a estados de enfermedad poco agradables y que en el caso de las mascotas resulta más doloroso porque no pueden decirnos qué les duele o qué les causa sufrimiento. Eso sí, si conocemos a nuestra mascota y nos mantenemos pendiente de ella, notaremos los cambios de comportamiento que se derivan de una enfermedad que está desarrollándose o se ha presentado ya.

Hoy te contamos sobre una enfermedad de los gatos  que suele ser normal en los gatos pequeños hasta que cumplen dos años de edad, y menos frecuente en los gatos mayores, aunque no sea una condición de que no pueda aparecer, sobretodo si nuestro gato es de los que suelen andar por el jardín y la calle o subiéndose a los árboles y pillan en la zona del tímpano algún objeto extraño.  Cómo saberlo, pues el gato se muestra decaído y triste, falto de apetito, y mueve constantemente la cabeza, ésta es una forma aunque totalmente inútil de sobrellevar el malestar que siente.

Los síntomas se detectan al observarlo detenidamente, el oído afectado supura color marrón y tiene si está muy avanzada la infección, mal olor, también está la zona enrojecida y notaremos que en el oído afectado el gato parece tener mala audición, además claro del movimiento de la cabeza. Es hora de llevar la mascota al veterinario que hará una limpieza de orejas y también recetará un antibiótico para cortar la infección, que podría tener resultados favorables en un lapso de 24 horas.

La enfermedad es provocada mayormente por un objeto extraño u otro como jabón, shampoo, o el mismo cerumen acumulado, por ello los veterinarios recomiendan no limpiarle el cerumen en casa, tapar las orejas al bañarlo y cuidar de que no se exponga  a vientos que puedan provocar que una pequeña hoja o algo similar se aloje en el conducto auditivo.

Imagen: Vía

Perros y gatos: ¿Hay reconciliación posible?

El refranero popular ya lo advierte, cuando unas personas no congenian y discuten, se suele decir que se llevan “como el perro y el gato”. Independientemente de la parte de verdad que haya en todo esto, es muy corriente que las personas se decanten por una de las especies, enfrentándose entre ellos y generándose bandos de admiradores de una y otra mascota. Es decir, que parece que la sociedad está dividida entre aquellos que prefieren a los perros y a ésos otros a los que les gustan los gatos. Esto es así porque cada especie representa una serie de valores muy humanos. Por un lado, lo perros representan la fidelidad, el compromiso, el respeto y la amistad; los gatos, por el contrario, la independencia y la inteligencia.

Por nuestra parte, no nos vamos a decantar por ninguno, nos gustan todos. Y, por eso, vamos a daros las claves para que sepáis cómo conseguir una convivencia pacífica si se da el caso de que tenéis que criar a un perro y un gato en el mismo hogar.

Aunque es cierto que es difícil que se hagan inseparables, lo cierto es que sí pueden aprender a tolerarse. Cuanto más jóvenes se conozcan, más fácil será porque aún no habrán tenido malas experiencias con la otra especie. En todo caso, las reglas de convivencia son las siguientes:

  • Durante un tiempo, hasta que se conozcan, evita que el perro tome la iniciativa de acercarse al gato. El instinto de cacería de los perros, les hace seguir a seres más pequeños que ellos. Sin embargo, esto puede asustar a tu gato. Habrá que evitar que se le acerque, si puedes verbalmente y, de lo contrario, con una corra. Cuando el perro desvíe su atención, tendrá que ser recompensado. Por otro lado, fomenta el ejercicio físico y desvía su instinto cazador hacia otros objetos, juguetes que sí pueda perseguir. Sin embargo, no permitas que intente cazar otros animales pequeños.
  • Por el contrario, el gato sí puede acercarse al perro. Lo importante es que el perro no lo comience a perseguir cuando se dé esta situación. Cuando el gato se aproxime, ganará confianza en él y vivirá más tranquilo.
  • No se puede forzar el encuentro. Cada gato tiene que seguir su propio ritmo y si quiere esconderse, tienes que permitírselo. Incluso si consideras que va a estar mejor por un tiempo en una habitación apartada, ten paciencia y déjale. Por otro lado, cuando no estés en casa, evita que se encuentren.
  • Cualquier interacción positiva habrá de ser recompensada.
  • Es muy importante que te esfuerces durante la primera época, porque cualquier experiencia negativa puede causar mella en ambos y hacer mucho más largo y costoso el proceso de adaptación.

Ropa navideña para perros

ropa mascota

Ya les hemos contado sobre algunas sugerencias para juguetes de mascota, y ahora que se acerca navidad podemos hacer lucir a nuestra querida mascota con ropa navideña para la mascota de la más coqueta y divertida en algunos casos. Ya sabemos que nuestro perro se resiente de los rigores del clima por ello para protegerle del frío y la nieve cuando lo sacamos de paseo o cuando la temperatura aún dentro de casa es poco propicia, ropita abrigadora y divertida. Y aún sino tiene frío siempre vale vestir a nuestra mascota para que se vea más guapa en las ocasiones en que todos nos empeñamos en lucir bien como navidad.

En estas imágenes les presentamos sugerencias de ropa para perros muy bonita, en los colores más intensos para que todos encuentren el color que les gusta para su mascota, son prendas elaboradas  con mucho esmero y que están a la venta online en la tienda de productos Etsy, que tiene también prendas para gatos muy coquetas y prácticas de usar y claro de limpiar. Así que ahora que es navidad no tendrán casi pretexto alguno para no vestir a su mascota tan coquetamente como se merece.

Sigue leyendo

Los gatos negros y su mala fama

gato negro

Entre muchos colores de gatos, sobresalen los gatos negros, a su atractivo por el color se une, que siempre han gozado de una misteriosa atracción sobre  los humanos. Algunos les temen, otros piensan en ellos recordando viejas leyendas y fábulas, y los más les culpan de algunas malas rachas. No hay nada de cierto en ello, cualquiera lo sabe. El color de un gato no lo hace tener poderes para perjudicarte  ni para que le temas. Y aún así, nos preguntaremos cómo ha surgido eso.

Se dice que fue durante la Inquisición que los pobres gatos negros fueron asociados a los cultos de los herejes, y que se les fue viendo como unos gatos especiales, destinados a servir a oscuros fines y preferidos de aquellos que se alejaban de los caminos de la fe. Son solo leyendas, las que abundaban en la Edad Media por cierto, y que no afectaban solo  los gatos, pero que en este caso quedaron en la creencia colectiva y rodearon  los gatos de misterio y temor. No les hizo mucho favor la literatura.

Los relatos como los del gran Edgar Allan Poe, lejos están de ayudar a los gatos negros, a alejarse de esa injusta percepción de ellos, y en otras muchas historias los gatos no son amigables y son de temer. Pero también hay gatos que son encantadores y muy apreciados, de otro color claro, en muchos cuentos literarios, y fábulas como el famoso gato con botas, simpático y valeroso es el gato más famoso, de una fama de buena vibra diferente de la de sus primos los gatos negros.

No hay secretos en el color hermoso de los gatos negros, todo lo contrario, suelen ser ejemplares bellos y su pelo fino y brillante los hace más atractivos porque resalta el color de los ojos gatunos de encendidos colores, y los gatos negros como todos los gatos, pues eso, solo maullan.

Imagen: Vía

¿Perros y gatos juntos?

Perros y gatos no parecen ser especies que convivan en armonía. Cada vez que aparece un gato en las cercanías de donde un perro tiene su dominio territorial, lo más común es haya problemas: corridas, mordidas o situaciones peores.

Sin embargo, se sabe que hay excepciones en los que ambas clases de mascota comparten un hogar y se llevan bien. Por qué y cómo se dan esas excepciones? Cómo hay que hacer si uno desea tener un perro y un gato juntos para que reine la paz y la armonía entre ellos?

En primer lugar hay que diferenciar dos situaciones: cuando el perro es cachorro o cuando el perro tiene más edad.

El comportamiento del perro cachorro al que se le agrega en su hábitat un gato, puede ser, en primera instancia, agresivo, pero si se tiene paciencia y se le premia cuando convive tranquilo y se le castiga cuando tiene conductas dañinas hacia el gato, es probable que termine aceptándolo y que su interacción termine convirtiéndose en un juego. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que hay algunos casos en que el carácter personal del perro impide totalmente la convivencia con el gato, porque prima su instinto cazador. En estos casos extremos, habrá que considerar otra solución.

Cuando el perro tiene más edad, el problema es más complicado. El perro se acostumbró a ser el “dueño y señor” de sus dominios territoriales y de la posición que ocupa en la familia, por lo tanto es mucho más difícil que acepte a quien evalúa como un “intruso”. El procedimiento para intentar la adaptación es el mismo, pero habrá que tener mayor paciencia y disposición y cuidar mucho los primeros contactos, que muy probablemente sean auténticas luchas de predominio, en las que, incluso, una de las dos mascotas puede resultar lastimada y no siempre será el gato.

Es importante saber que, de todos modos, hay muchos casos de perros y gatos conviviendo sin problemas e incluso, totalmente encariñados unos con otros. Predomina el proceso de dosmeticación sobre el instinto cazador y con esto se contradice la máxima que dice “Se llevan como perro y gato”.

Fuente de la imagen

El babeo en los gatos

Nuestras mascotas son especiales y también sufren y son felices como los humanos, pero el sufrimiento de una mascota bien cuidada está ligado a las enfermedades, y algunas de las enfermedades de los gatos,  de los que hoy trataremos, se derivan de condiciones de salud que buscan una manera de manifestarse, como el babeo en los gatos. Ya sabemos que los gatos no babean así que cuando un día parece que si, es hora de observar y llevar al médico.

El babeo de los gatos se conoce como Ptialismo, que define a una forma de babeo excesivo en dichos animales, y cuando aparece de manera súbida es hora de preocuparse porque puede ser que nuestro gato se haya lesionado jugando o esté padeciendo de alguna enfermedad.  El considerar que el babeo en los gatos está ligado a enfermedades está científicamente comprobado, puesto que los gatos que padecen de inflamación de las encías, caries y otras condiciones dentales, lengua lesionada o infectada, úlcera aftosa, un tumor oral, naúseas y otras condiciones, babean incesantemente como parte de dicha enfermedad.

Cuando notamos el babeo debemos acudir al médico veterinario, que confirmará el diagnóstico y dará un tratamiento para el gato con babeo que también podría estar sufriendo de somnolencia, falta de apetito, dificultad para respirar. Es por ello que debemos ocuparnos de vigilar a nuestra mascota porque algunos síntomas como el babeo pueden considerarse poco importantes pero en realidad nos revelan que nuestro gato está sufriendo de alguna enfermedad que debe ser atendida de inmediato.

Así que no siendo normal que los gatos babeen, a la vista de esta condición no queda  más que visitar al veterinario que es el que puede determinar qué la causa como hemos dicho puede ser casi cualquier cosa como una caries o una infección de los ojos, lo mismo que otro malestar.