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Nombres para la mascota | Perros y gatos

Cuando se adquiere una mascota para la familia, se suele buscar el nombre para la mascota que más guste a todos, olvidando en muchas ocasiones que igual que ocurre con los humanos, a nuestro perro puede no gustarle el nombre o resultarle un verdadero problema. Aunque pueda parecer exagerado, las mascotas tan inteligentes como lo son los perros, pueden aprender su nombre como interpretar los sentimientos que su nombre provoca, y cuando estos son de burla, por algún nombre divertido pero molesto, sentirse poco identificado con él y en algunos casos obviará responder al mismo.

No hay que complicarse a la hora de elegir los nombres para mascotas, tanto perros como gatos esperan nombres simples a los que entienden y aprenden rápidamente como Brutus, Bobby, Titán, Canela, Estrella, Dandy, Candy. Por divertido que parezca nombrar a nuestro perro o gato con nombres compuestos es solo buscarnos un problema a la hora de hacerlo que responda a él como al pobre animalito entenderlo. Si los perros y gatos no tienen apellidos como los humanos ¿por qué complicarlos con 2 nombres?

Para elegir el nombre de la mascota se debe ser tan sencillo como sencillos son los perros y los gatos para desenvolverse.  Hay que tener en cuenta que nombres compuestos o complicados en la fonética confunden a la mascota, como también le confunde responder a un nombre y encontrarse otro día que le han puesto otro. Hay una regla simple para elegir un nombre fácil de recordar y que sea fácil de identificar para la mascota cuando se esté acostumbrado a él, un nombre basado en una de sus características siempre resulta agradable y práctico, como: Canelo a un perro color marrón; Pelusa a un perro de mucho pelaje. Llamar a un perro con nombre de humanos resulta un tanto de mal gusto, cómo te sentirías si visitando a una amiga te presenta a su perrita que tiene el nombre que es el tuyo…por bromista que seas, piensa en todo ello al buscar el nombre de tu mascota.

Imagen: Ifondosnet

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Medicamentos humanos tóxicos para los gatos

No hace mucho vacunamos el gato de mi pareja. al día siguiente amaneció con un poco de malestar y llamamos a un veterinario diferente al habitual pues éste estaba ocupado. Éste nos aconsejó dar un medicamento para aliviarle: acetaminofen pediátrico. Confiando en la palabra del veterinario, le administramos la medicina, pero erramos en la cantidad por una proporción mínima. Pocas horas después el gato estaba respirando pesadamente, tenía fiebre y empeoraba visiblemente. Lo llevamos a la clínica inmediatamente, donde le hicieron un lavado estomacal para eliminar todo rastro del medicamento. El animalito resultó intoxicado por el acetaminofén. Por ser un gato muy grande y la cantidad mínima, el daño no fue mayor, pero el grupo de veterinarios nos informó que pudo ser mortal.

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Cómo limpiar la jaula de la mascota

Como todo el entorno de nuestras mascotas, la jaula de las aves si ésa es nuestra mascota, requieren una limpieza exhaustiva porque algunas veces la falta de ella implica la contaminación de alimentos y el aparecimiento de enfermedades para la mascota. Pero cómo limpiar la jaula de la mascota, sin duda es una interrogante para todos, cuánto es suficiente.  Lo ideal es diariamente cuando se trata de retirar los desechos de comida y lo que se use para el suelo como arena o periódico.

La limpieza diaria no implica retirar al ave de la jaula porque es fácil hacerlo con ella dentro, pero tres veces por semana hay que limpiar la jaula de la mascota con desinfectante que debe ser lógicamente diluido en agua y no sea muy potente ni en aroma porque puede incomodar a las aves, es el momento de aprovechar para que nuestro canario o gorrión haga un poco de vuelo libre dentro de la habitación, cerrando previamente todo se deja que vuele un rato mientras se limpia la jaula.

Hacerlo retornar a la jaula puede ser complicado si tiene el plumaje largo, para lo que habrá que recortarle un poco y claro mantenerlo sin alimento unos momentos antes así que cuando se termine de limpiar la jaula, sea el tiempo también en que sienta ansia de agua o alimento y retornará por si mismo. Por demás, la jaula debe limpiarse una vez al mes de manera total, por fuera por dentro, con suficiente agua, jabón y desinfectante para evitar la acumulación de bacterias y esos malos olores que aunque tratándose de pequeñas aves son apenas perceptibles se deben a la acumulación de pequeños desechos. Tu mascota te lo agradecerá.

Imagen: Mis fondos

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Perros para mascota de los pequeños

Pensar en traer a casa un perro como mascota, es algo más que sentirnos inclinados porque son amigables y compañeros entrañables, no todas las razas son las ideales para tener en casa sobretodo si hay niños. Aunque las mascotas establecen por su carácter juguetón cuando son cachorros,  lazos fraternales con los niños que se convierten en una camadería que supera la edad, algunos no logran ser la mascota ideal porque son demasiado grandes, demasiado activos y crecen aceleradamente.

De la crianza de perros para mascota han establecido los expertos, las razas que mejor se adaptan al entorno familiar, que adquiriendo como cachorros se convierten en un compañero de juegos para los niños y se acostumbran rápidamente al entorno. Por eso si tienes niños en casa menores de 10 años, estos perros son los más recomendables, ya podrán disfrutar de juegos entre ambos y ese perro se convierte en el mejor amigo de los chicos.

Los cachorros de la raza de perros Boxer, son una alegre compañía en el hogar tanto para chicos como para grandes. Un cachorro feliz y travieso que si no se educa bien puede dar mucho trabajo, porque necesita agotar esa energía desbordante que tiene. Quizá por esa misma energía encuentra tan divertidos los compañeritos de juegos y este cachorro ya convertido en perro adulto,  nunca se agotará de correr por el jardín o de atrapar la bola en la playa. Hay que controlarlo porque sus juegos a veces pueden ser cansantes travesuras. Amigable y leal, defiende a su amo siempre.

Los perro Collie son mansos y leales, siempre dispuestos a proteger a su amo y establecen lazos entrañables con él que no se rompen ni con el transcurrir del tiempo. Aunque su tamaño puede ser un inconveniente cuando se tiene poco espacio, el cachorrito bien se adapta al entorno y es el momento ideal de traerlo a casa para educarlo así vaya creciendo con la familia. Es obediente y entre los perros el que aprende más rápido.

Un perro puede tornarse regordete si no se ejercita y ése es el Golden Retriever, encantador perro de compañía que llega a gran tamaño siendo adulto. Es importante que el cachorrito llegue al hogar con niños que no sean muy pequeños porque crece aceleradamente, además es muy activo, hay que ocuparse de sus paseos y de mantenerle ocupado o se aburre irremediablemente. Con los niños es el camarada perfecto de travesuras y diversiones, con un perro como el Golden Retriever los chicos tendrán un compañero de juegos muy activo.

El perro Schnauzer suele ser un encanto de perro, se ve muy bien siempre con esa imagen muy elegante. Como compañía es mejor el Schnauzer conocido como «enano». Un juguetón y travieso compañero de juegos para los pequeños de casa, cuando convertido en adulto sigue siendo un perro amigable y cariñoso, quizá el más cariñoso entre los recomendados como mascota para los pequeños del hogar.  Es un perro de clase «fina» o sea que resulta caro mantenerlo y caro adquirirlo pero bien vale si se está pensando en un amigo y compañero para los niños y una encantadora mascota de la familia.

No menos importante ni menos amigable es el perro labrador. Este perro cuando cachorro resulta estupendo si hay niños pequeños, cuando está más grande puede ser poco recomendable para los chiquitos por su talla. No es para nada un perro que implique problema por su tamaño, aunque si se requiere un mayor espacio para que se sienta cómodo y todos estén cómodos con él alrededor. Es cariñoso y paciente, entre los perros el que nunca ceja en estar atento a cualquier peligro.

Imagen: Wikipedia

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Conocer a los canarios

Cuando se elige como mascota a un canario hay que comprender que más allá de su hermoso canto y su apacible apariencia, es un ave complicada en alguna medida que necesita cuidados que debemos ir teniendo en cuenta, porque lo mejor para mantener una mascota de esta clase es conocer a los canarios. En la forma en que se comportan porque son aves sensibles y si perciben que no son comprendidas o bien tratadas, pueden mostrarse con violencia o en el peor de los casos entristecer y enfermar.

Conocer a los canarios implica también mantener una rutina de alimentación y cuidado porque el cambiar constantemente de horario de alimento, no mantener una cierta rutina para dejarle volar por la habitación alguna vez y cambiarle de lugar, lejos de agradarles, les desespera y se tornan poco coopertivos y por momentos enfadados. Como los canarios no pueden manifestarnos lo que les molesta lo mejor es fijarse en alguna de sus actitudes que varían según se estén sintiendo.

Los canarios cuando se enfadan o están molestos con algo puede ser agresivos y eso podremos detectarlo cuando separan las alas y tienen el pico abierto. Otra forma de conocer a los canarios es que cuando se posa sobre ramas o sobre los lugares destinados para ello en su jaula, apoyándose en una sola pata, se siente seguro y está cómodo así que se le puede dejar tranquilo porque se siente satisfecho y no quiere que le molesten, todo lo contrario cuando se siente incómodo o está enfermo, el canario tiende a permanecer quieto con la cabeza escondida entre el plumaje. Basta con fijarse en estas tres actitudes para comprender el ánimo de nuestro canario y dejarlo solo si está enfadado o muy felíz y ocuparse de él claro, si se siente enfermo.

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Perros y las enfermedades respiratorias

Como los humanos, los perros también se enferman y cuando llegan los días fríos del otoño y el invierno tienden a sufrir ya molestias como la gripe lo mismo que a una tos y sinusitis todas ellas no solo propiciadas por el clima sino porque en una temporada como la invernal, abundan bacterias y virus que convierten las enfermedades respiratorias de los perros, en un problema común para los que tienen este tipo de mascotas.

Es importante observar al perro cuando muestra algunos cambios de actitud que podrían deberse a sentirse molesto por la fiebre o por el dolor de cuerpo, porque sí, a ellos también les llega con las enfermedades respiratorios de los perros, los malestares que sufrimos los humanos cuando nos enfrentamos a un catarro, amigdalitis, sinusitis, faringtis.

Cierto que la mascota no puede contarnos lo que le molesta, pero cuando el perro se muestra decaído y abandona el hábito de comer, hay que preocuparse por ello. Lo primero será observar su mirada, los ojos vidriosos indican una fiebre que confirmaremos con una abundante sed, pero también una irritación de la nariz del perro es evidencia que sufre una de las enfermedades respiratorias de los perros más comúnes la inflamación nasal.

No hay que pensarse que aliviar la gripe, la molestia de garganta o cualquier otro síntoma de esta índole de nuestro perro es tan fácil como acudir al botiquín cuando nosotros estamos enfermos y tomar un analgésico de uso común. La mascota es más delicada y no se puede conocer a ciencia cierta lo que padece ni lo que necesita a menos que seas un profesional de la veterinaria. Lo mejor es mantenerlo al abrigo, darle líquidos que consumirá con gusto y llevarlo de inmediato al veterinario para que prescriba un medicamento para fiebre, dolor, inflamación, que todos los malestares caninos relacionados con las enfermedades respiratorias de los perros, se solucionan como con los humanos, con reposo, con medicamentos y con cariño.

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Cómo cuidar a un perro mayor

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Si tenéis perros mayores en casa es importante los cuidados que les confiráis. A continuación tenéis varios consejos para darles a vuestras viejas mascotas todo el amor que se merecen por su fidelidad durante todos estos años.

Un aspecto muy importante a tener en cuenta es la salud bucal de tu perro. Tenemos que intentar controlar el sarro, el mal aliento y la pérdida de dientes, ya que esto podría derivar en una infección grave. Por ello es necesario comprar un buen pienso y llevar a nuestra mascota con regularidad al veterinario para que le examine la dentadura y le practique limpiezas bucales siempre que lo crea oportuno. Cuando nuestro amigo empiece a perder piezas dentales a causa de la edad, tendremos que triturar el pienso para facilitarle las comidas. También debemos estar alerta a la calidad del pelo de nuestra mascota, ya que con los años pierde brillo y fuerza y puede caerse. Incluso la piel del animal puede llegar a oler mal. Todo esto podemos evitarlo si lavamos a nuestro perro con los productos adecuados para él. Otro símbolo de vejez son períodos de diarrea y vómitos a causa de trastornos de gastroenteritis. En estos casos hemos de recurrir rápidamente a nuestro veterinario para que trate debidamente a nuestro pequeño. Si a nuestro perro le aumentan la sed y la frecuencia de sus micciones, podría ser que sufriese de problemas renales o diabetes, por lo que también debemos consultar con nuestro veterinario.

Otro aspecto en el que debemos parar atención es en los ojos de nuestra mascota, ya que a cierta edad pueden empezar a lagrimear y a cubrirse por un velo azulado. Esto es probablemente símbolo de pérdida de visión. Nuestro animal también puede sufrir cambios de conducta a causa de alguna dolencia, pasando de dócil a agresivo. También puede permanecer mucho tiempo en el mismo sitio, desubicarse con facilidad, realizar sus deposiciones en lugares no habituales. Todos estos síntomas de senilidad deben ser tratados por un especialista y nunca tomarse a la ligera ni como algo común en la edad, ya que en la mayoría de los casos pueden solucionarse. Debemos estar bien atentos a los dolores de huesos de nuestro amigo, reflejados en la dificultad de subir escaleras o a algún lugar elevado que hasta el momento nunca había resultado ningún impedimento para él, ya que podrían derivar en algo más grave. Si tose, jadea, se agita podría tener alguna enfermedad respiratoria o cardíaca que se debe tratar para evitar futuras complicaciones. Por último, debemos parar ojo en temblores, desmayos o convulsiones, síntomas posiblemente relacionados con trastornos neurológicos y que si se cogen a tiempo pueden ser tratados como todo lo demás.

Con todo esto esperamos haber ayudado a cuidar mejor de vuestra querida mascota. Y recordad siempre que: si estamos bien atentos a todos estos indicios de vejez, sacamos con frecuencia a nuestro perro a pasear, le administramos la alimentación adecuada a su edad y lo llevamos con asiduidad al veterinario, evitaremos cualquier posible complicación y será una mascota saludable y feliz hasta el final.

Tengo que bañar a mi perro

El tema del baño del perro es delicado. Surgen varias dudas a la hora de la higiene. ¿Con qué shampoo bañarlo? ¿Debo usar siempre un antipulgas? ¿Cómo hacer para que disfrute del baño y no lo sufra? ¿Cada cuánto tiempo debo bañarlo?

El baño es una instancia esencial para el perro, que necesita mantenerse limpio y quitarle de la piel las posibles células muertas. Pero se debe tener en cuenta que el perro no necesita como el ser humano un baño diario y que lo más probable es que si se lo baña tanto le resultará perjudicial, ya que se le saca de la piel la gratitud que necesita para su equilibrio básico. La frecuencia del baño dependerá de si es un perro que sale a la calle o si es un perro que se mantiene dentro. Los perros que salen siempre deben ser bañados más a menudo que los perros que se mantienen dentro de casa. Por ejemplo si se recomienda que los salidores se bañen con una frecuencia no menor a quince días, los que están dentro de casa no deberían bañarse con una frecuencia inferior a un mes.

Otra variable a tener en cuenta es el pelaje del perro: los de pelo largo se ensucian con mayor facilidad que los de pelo corto y requerirán de otra atención en su higiene. Dependerá también del tamaño del perro y de su raza. Incidirá también la edad y el estado sanitario: si el perro es sano y no tiene problemas de piel o alergias será diferente que si nos encontramos con un perro que se rasca permanentemente o su piel está afectada o tiene pulgas. En caso de dudas lo mejor es consultar con un veterinario, que nos aconsejará teniendo en cuenta estas variables e incluso nos dirá que shampoo usar o qué productos colocar cuando existe alguna afección.

Los perros sanos se pueden bañar con shampoo o jabones neutros, que son los que tienen menos inconvenientes a la hora de afectar la piel y que, además, tienen una buena carga antibacteriana.
La instancia del baño tiene que ser lo más tranquila y placentera posible. Para eso es importante que la persona que baña al perro le trasmita esto, por ejemplo hablándole en forma suave mientras lo refriega, sin gritos ni sacudidas y en lo posible, tratando de mantener la calma aunque el perro forcejee.

Todos los elementos que se utilicen para el baño: tina, cepillo, jabón o shampoo, toalla, deben tenerse a mano antes de comenzar. Al perro habrá que tenerlo con el collar puesto para dominarlo y que no se escape. Se empezará a jabonar a contrapelo, tratando de llegar a la piel para eliminar impurezas. Hay que tener cuidado que el shampoo o jabón no le entre en los ojos.
Después de enjabonarlo, es muy importante enjuagarlo bien: se podrá usar para eso una manguera o irle tirando agua de a poco, pero esto es fundamental, porque si no se le enjuaga bien los restos del jabón pueden resultarle perjudiciales. Finalmente el secado. Y a correr bien limpito.

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La casa ideal para tu cobaya

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Si tienes pensado adoptar una cobaya, es importante que pienses en proporcionarle el hogar adecuado. Si dispones del espacio suficiente, te recomendamos una jaula grande, puesto que así tu mascota gozará de espacio suficiente para poder jugar y estirar sus patitas, y tú no tendrás que limpiar el receptáculo con tanta frecuencia. Es aconsejable un tamaño de 65 cm de largo, 40 de ancho y 35 de alto. Se necesitan unos 20 cm adicionales por cada cobaya que vayas a introducir. A pesar de todo, si se dispone de sitio, tu mascota estaría mejor en una jaula de un mínimo de 100 cm de largo, ya que al añadírsele todos los accesorios como son la casita, recipiente para comida y objetos de ocio y ejercicio, quedaría poco espacio para ella. Una jaula con base de plástico siempre resulta más sencilla de limpiar. No aconsejamos las jaulas con rejas en el suelo, puesto que podrían lastimar las patitas de vuestro roedor, a pesar de facilitar la limpieza.

Es aconsejable que los primeros días que pase tu cobaya en la jaula, lo haga sin caseta, ya que si no se esconderá en ella y no querrá salir. Debes ganarte su confianza acariciándola, cogiéndola y hablándole con frecuencia. Es adecuado situar la jaula en un lugar elevado para estar de igual a igual con tu animal y no aparecerle como un depredador. Si le alimentas en tu regazo conseguirás que te relacione con algo positivo. Si no posees otras mascotas tienes la opción de dejar abierta trampilla de la jaula para que tu cobaya se sienta más a gusto.  Nunca dejes sola a tu cobaya junto a depredadores, como pueden ser un perro o un gato, por mucho que confíes en ellos (recuerda que se guían por instintos por muy adiestrados que estén). Es conveniente que tu animalito salga diariamente de su jaula para poder ejercitar bien los músculos, eso sí, ten cuidado con los cables eléctricos, puesto que adoran morderlos. Si tenéis la opción, recomendamos poner una especie de cercado para mantener a vuestra mascota a salvo de cualquier peligro.

Recomendamos cubrir la base de la jaula con 2 cm de grosor con granulado de mazorcas de maíz, el cual resulta muy absorbente y sin polvo. Si usamos viruta hemos de asegurarnos que no proviene de muebles barnizados o pintados, puesto que podría intoxicar a nuestra cobaya. La viruta prensada resulta absorbente, inodora y suave. Pon encima del granulado de maíz bastante heno, ya que lo usa para dormir y para comer. No aconsejamos los cilindros de fibra vegetal, ya que a pesar de ser absorbentes, se descomponen formando barro. Nunca le pongas serrín o piedras de gato, puesto que podrían ocasionarle dificultades respiratorias. Tienes la opción de mezclar las virutas con esterillas de goma espuma, paja o forro polar, siempre teniendo en cuenta lo que le va mejor a tu mascota, y a ti a la hora de limpiar. Para el invierno es adecuada la viruta de madera con bastante paja por encima, ya que a la vez que calentita, no huele en varios días. En verano es aconsejable la viruta de madera prensada, puesto que no le dará calor y tampoco huele enseguida.

Tendrías que colocar a tu mascota en un lugar con luz y que posea una temperatura entre 18 y 25 grados. Es importante que no le dé la luz del sol directamente ni corrientes de aire. Sería adecuado también que pudiera vernos en todo momento. Colocaremos un bebedero y un comedero. Este último cuanto más pesado mejor, ya que a las cobayas les encanta volcarlos para así esparcir toda la comida y escoger lo que más les gusta. Acuérdate de colocarle una casita bien acogedora cuando el animal ya se haya habituado a ti. Si lo deseas puedes comprar una jaula portátil pequeña y ligera para los traslados como pueden ser viajes o visitas al veterinario.

¡Construye un gran hogar para tu amada cobaya!

Cuidado de Perros recién nacidos

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Tenemos alojados (temporalmente) tres hermosos cachorros de golden retriever en casa. Esto me motivó a buscar información al respecto, pues soy una persona amante de los gatos y los perros que la familia ha tenido en casa han sido adoptados ya adultos. La importancia del cuidado de tu cachorro es vital, pues tu actitud hacia él marcará su comportamiento de por vida, es por ello que resulta de mucha relevancia comenzar con el entrenamiento para que haga sus necesidades en esta época, así como también cualquier tipo de adiestramiento.

Lo primordial es recibir en casa a tu cachorro con unas cuantas cosas que debes tener preparadas: dos cuencos para agua y comida, una cesta o cama confortable y adecuada al clima, alimento sano y balanceado especializado para las necesidades de tu perrito en crecimiento, champú y peine de buena calidad, un collar blando, correa para pasearlo y juguetes de buena calidad que faciliten la dentición.

Para comenzar con el proceso de entrenamiento para hacer sus necesidades fuera o en un lugar específico, establece y respeta horarios de alimentación. Sácalo con frecuencia, sobre todo en las mañanas y después de comer, pues la digestión de los cachorros es más bien rápida. Elógialo cuando haga sus necesidades en el lugar adecuado o fuera de casa. Si hay accidentes, no le pegues ni grites y mucho menos frotes su hocico contra el excremento, pues son muy jóvenes para reaccionar ante estos estímulos negativos y sólo se asustará y pondrá nervioso. Llévalo al lugar adecuado y felicítalo cada vez que lo utilice.

El aseo también es relevante, pero no exageres con él. Báñalo sólo cuando sea necesario, pues el exceso de lavados sólo maltrata la piel y el pelaje se hace opaco. Cepíllalo a diario. Trata de hacer de estas rutinas un momento agradable para ambos, acariciándole y dándole muestras de afecto, pues de ese modo aprenderá a quedarse quieto y tranquilo cuando lo repitas, formando el hábito.

La alimentación balanceada es fundamental, pues tu pequeño está en pleno desarrollo y en su primer año crecerá tanto como un humano lo hace en 14 años. Sus necesidades energéticas son elevadas, pues están en constante movimiento y ejercicio. La alimentación debe ser  adecuada a las necesidades de la raza y tamaño de tu cachorro, por lo que el consejo del veterinario es clave. No intentes darle comida casera en esta etapa, pues se acostumbrará a ella y luego será difícil desprenderlo del hábito, además los concentrados secos colaboran con la eliminación del sarro y facilitan la dentición.

Y para el final, lo más importante: el veterinario. Es necesario que lleves a tu cachorro al especialista apenas lo llevas a casa. Por su edad, tu perrito es muy susceptible a enfermedades contagiosas, por lo que es imprescindible vacunarlo por primera vez entre las 6 u 8 semanas de vida, así como también el proceso de desparasitación debe ser realizado por un veterinario.  Si lo llevas desde corta edad, aprenderá a tolerar más las visitas al doctor, y no olvides hacerle tú mismo un chequeo periódico. Revisa el estado físico de tu nuevo compañero y no dudes en consultar al especialista en caso de alguna cosa fuera de lo común. Recuerda que un perro sano es un perro feliz!

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